TODO LO QUE DEBES SABER SOBRE LA MARCA DE CALZADO CARMELA
La marca de Carmela pertenece al grupo XTI, una reconocida marca española que ha llegado a más de 80 países en todo el mundo. Desde XTI se decidió crear una marca de calzado femenino que siguiera las tendencias de la moda y que ofreciera una buena relación entre la calidad del producto respecto al precio sin dejar de lado la comodidad ya que es una de las cosas fundamentales que buscamos en un zapato del día a día y que tenemos que llevar muchas horas. Esta idea de crear una marca premium dentro del grupo XTI, fue lo que dio lugar a lo que hoy en día conocemos como Carmela, una marca de calzado 100% artesanal que se fabrica con pieles nobles curtidas cuidadosamente para que se adapten fácilmente a tu pie.
En el 2016, Carmela presentó su primera colección en la campaña de primavera/verano y desde entonces no para de crecer y cada día son más las personas que confían en esta marca debido al resultado obtenido y a la gran variedad de estilos que ofrecen.
En las colecciones puedes apreciar la incorporación de las últimas tendencias de moda además de mantener los modelos clásicos que nunca fallan. Carmela es una marca que abarca muchísimos perfiles de mujer debido a su extensa propuesta en cuanto a estilos de calzado y a sus precios tan competitivos en el mundo del calzado de piel.
Cuando hablamos de que puede cubrir las necesidades de muchos perfiles y estilos de mujer nos referimos a que puede satisfacer las necesidades del público más joven ofreciéndole un producto de moda con mayor calidad respecto a la gran mayoría de marcas destinadas a este colectivo al mismo tiempo que abarca al sector más adulto que prioriza la comodidad y no quiere recurrir al típico zapato o botín que se considera “comfort” ya que lo encuentran demasiado conservador e impersonal.
Todo el calzado que se fabrica es 100% artesanal y fabricado en España, concretamente en la provincia de Murcia. En el proceso de producción se cuida el más mínimo detalle para lograr que el resultado final sea el óptimo no solo estéticamente sino también consiguiendo que el interior del calzado contenga el mayor número de elementos que beneficien al pie, como por ejemplo, forrando el interior en piel, realizando el zapato con hormas anatómicas o incorporando plantillas almohadilladas para aportar un mayor descanso a la planta del pie.